Inaugura jueves 9 a las 19 hs.
Gacetilla / Malba – Fundación Costantini presenta una exposición dedicada a la producción reciente del artista argentino Alfredo Prior (Buenos Aires, 1952), con una selección de 21 obras donde se destaca la materialidad de la pintura. Volcado a la abstracción, en esta muestra Prior trabaja sobre el color y sus diferentes formas de disolución, logrando superficies marmoladas, a veces opacas, a veces brillantes.
“Prior, el pintor narrativo, el artista conceptual, el autodefinido neomanierista, reluce ahora más abstracto que nunca. La obra morigera su pasión por las referencias y su tendencia irónica (…) Se desfonda. Pierde adrede las pistas que ayudaron a construir su gravitación. Y en este gesto que la aliviana, crece”, analiza la crítica Eva Grinstein en el ensayo del catálogo que acompaña la exposición. Se trata de una publicación bilingüe español – inglés de 63 páginas, que incluye el texto crítico de Grinstein, una cronología biográfica del artista y la reproducción color de las obras presentes en la muestra.
Varios estilos confluyen en el conjunto de la obra de Prior, generando las sorprendentes señas de identidad de un artista que no se deja reducir: “Prior concede el protagonismo a sus inclinaciones de expresionista abstracto, que lo ligan a la saga informalista engalanada por uno de sus grandes ídolos, Alberto Greco”, reconoce Grinstein y agrega: “Prior les roba a conciencia a sus artistas amados, pero también llega a ellos de manera espontánea, descubriendo en una mirada posterior esas analogías y aproximaciones que le divierten sobremanera.
Como sea, festeja siempre los paralelismos con otros y las paradojas que desacomodan una hipotética uniformidad estilística dentro de su pintura”.
En complicidad con el poeta Víctor Hugo, crea figuras dobles partiendo en dos la mancha con corrientes de color claro o recreándola en dípticos donde es la misma tela la que potencia el efecto especular (serie Hugo y yo, 2010). “Prior se hunde feliz en el océano de autores y estilos y hace hallazgos espectaculares: entre los verdes suelta una pincelada nítidamente rosa y se topa con un rasgo muy Noé, y de ahí trae a colación los cuadros que, cuenta la leyenda, Yuyo tiró alguna vez al río Hudson”, explica Grinstein y puntualiza que traer a Noé –como en el díptico Noé en el Hudson, 2010- es traer un poco de la Nueva Figuración, así como a veces trajo, en sus tributos, la estampa oriental o los toques del puntillista. “Prior es un espectador voraz de las obras de los otros. El remix es uno de sus procedimientos favoritos”, concluye
Prior y sus múltiples yo
A lo largo de toda su trayectoria, Prior siempre ha buscado modos de abrir y compartir la
labor, superando los bordes del encierro endogámico inherente al acto de pintar.
Acostumbra desafiar la soledad de la pintura multiplicándose hacia otras disciplinas: es un
escritor que publica sus textos, un músico que toca con colegas artistas, un performer que
no les retacea el propio cuerpo a sus ideas, un autor que colabora con otros e incluso
consigo mismo, desdoblado en varias personalidades, como lo hizo en 1993 para la muestra
“®”, en la galería Ruth Benzacar, donde se desplegó inventando ocho nombres ficticios.
Para el artista, los títulos son un elemento más del cuadro y la influencia que tienen en la
lectura de las obras sigue siendo vital. En palabras de Eva Grinstein: “La mención de seres y
lugares mitológicos opera como un barniz de fantasía que proyecta las abstracciones de Prior, inscribiéndolas no sólo en el contexto literario de los grandes relatos, sino también en una extensa tradición pictórica que abreva en esos relatos”.
Para titular la exposición, Alfredo Prior decidió apropiarse de un verso de Andrew Marvell, poeta y político inglés (1621-1678), hoy reconocido entre los poetas metafísicos ingleses del siglo XVII, junto a John Donne y George Herbert. “Un verde pensar bajo una sombra verde” es la línea que cierra una estrofa intermedia del poema El jardín (The garden) y plantea una tensión entre el mundo natural, representado por la figura idílica del jardín, y el mundo espiritual, sesgo del hombre que lo recorre atribulado por sus pasiones y devaneos.
“Con Marvell, Prior ensalza su pacto con la cosa mental, médula de su hacer. Y lo hace incluso aquí, en estas pinturas sin personajes y sin anécdota, estos océanos libres de la
representación en los que disfruta hundido. Prior abstracto, neomanierista, informalista y
conceptual. En estas pinturas sin distracciones y sin desvíos, todo lo que es color es también
pensamiento”, concluye Eva Grinstein.
Meanwhile the mind, from pleasure less,
Withdraws into its happiness —
The mind, that ocean where each kind
Does straight its own resemblance find;
Yet it creates, transcending these,
Far other worlds, and other seas;
Annihilating all that’s made
To a green thought in a green shade.
Entretanto la mente, de bajos placeres
Se aparta y se asila en su felicidad:
La mente, océano donde cada especie
No tarda en hallar su propio doble
Para luego crear, trascendiéndolo,
Mil otros mundos y diversos mares,
Reduciendo todo lo que existe
A un verde pensar bajo una sombra verde.