Existe un lugar donde conviven el silencio, la lluvia y la noche. Un refugio en el que la espesura busca ser constelación.
De esta manera Cielo y Niko definen “Patio”, la exposición conjunta donde muestran un mundo de ilusión y alegría, que refiere a la inocencia.
“Las obras están construidas, pensadas, sentidas desde la posibilidad de crear una pieza que remita al juguete antiguo, a la miniatura, lo sensible, lo etéreo. En general tienen que ver con anécdotas cotidianas que intento llevarlas a un plano más poético, lúdico, sin que por eso pierdan la frescura y esencia puntual del momento. Un día algo que se aparece, me cruzo, me pasa, leo o me cuentan, lo empiezo a desarrollar desde un bollo de papel, al que luego voy incorporando estructuras de alambre, lana, acrílico, y capas de distintos papeles, para darle forma al primer impulso” comenta Cielo al referirse a su obra.
Y como dice Hernandorena: “Un gesto minúsculo, un instante baldío que sin embargo cambia todas las posibilidades. Un hilo invisible, entrañable, que conecta las fibras de nuestra esencia”.
Artistas necochenses que residen en la ciudad de Tandil, ambos profesores en artes visuales, se han perfeccionado en técnicas de dibujo, pintura, escultura y figura humana. Han participado en numerosos salones y muestras colectivas e individuales en la región y el país.
Tienen en su trayectoria incursiones como ilustradores de obras literarias y eventos como ferias del libro y cine y han dejado su impronta en murales alusivos a la defensa de la vida.
Sus obras forman parte de colecciones en nuestro país y el extranjero