PASAJE 17 - ESPACIO DE ARTE

Estas tres artistas exploran espacios originales para aplicar a  sistemas del arte. Lugares y situaciones en transición,  la otredad del reino animal, el hallazgo de alguna clasificación de un estado creativo.  Desarrollan  teorías de conjuntos a partir de sus poéticas personales sobre la vida y la práctica artística. Hay un afán de registrar taxonómicamente  la belleza como concepto propio y concreto  en María Antolini,  para lo cual se zambulle en su personal historia creativa.  Sonia Neuburger encuentra y archiva  los “entretantos” de  procesos de cambio social y estético, desplegando una clara intención política en la que la toma fotográfica se sepia para trasformarse  en testimonio. Toia Bonino se interna en una granja con el fin de  documentar y poner en escena cuestionamientos metafóricos e híbridos que, además de apelar al intertexto  construyen una realidad inquietante.
Todas  convergen alrededor  de  obras que se apropian del rico espacio de la galería en la búsqueda de nuevas perspectivas en su recorrido. Modificadas en la creación, ellas son lo que hacen. 

Sonia Neuburger
Mutaciones
Investigo ciertas mutaciones entre lo publico y lo privado,  espacios tiempos que atraviesan una transición. Trabajo con instalaciones, fotografía, dibujo, objetos, textos, acciones en el espacio y entrevistas. Realizo procedimientos que se vinculan con el deambular y la producción de archivos que entrelazan imágenes y palabras.  Deseo generar un aporte  a la reflexión acerca de la transición, el habitar, y los procesos de construcción del territorio. La práctica artística puede producir memoria de las transformaciones de nuestro entorno, elaborar situaciones complejas e imaginar otras posibilidades.

María Antolini
Una taxonomía de la belleza
La fotografía es una edición bidimensional y limitada de un presente, que es multidimensional e infinito. Sin embargo, por su naturaleza contenida, una imagen fotográfica tiene la posibilidad de albergar la intensidad condensada de un hecho, un objeto o un ser. Como fotógrafa, esa fue siempre mi intención: sumergirme en el mundo de lo factual y visible para emerger con una perla, un tesoro; que es a la vez una revelación interna. Todas esas inmersiones dejan una huella y van formando un tapiz que se va desplegando y transformando. Son marcas de cosas que uno quiso conservar, signadas por la pasión repentina que provoca algo maravilloso. Tratando de encontrar lazos, diálogos emocionales y familias de sentido se forman “nubes” de imágenes afines, que se conectan y conversan entre sí. Observando esas conversaciones, hoy creo que la belleza se define como la capacidad de reflejar amor abstracto y misterio.

Toia Bonino
El extrañamiento del devenir
En los últimos años estoy desarrollando proyectos audiovisuales y fotográficos con animales de granja. Mediante una puesta en escena, los animales conviven con objetos o situaciones provenientes del campo simbólico humano. Me interesa el contraste entre las ideas valorativas humanas y el acontecer natural, donde hay solo devenir. Los dos ámbitos se cuestionan mutuamente: ahí donde todo trascurre el hombre categoriza y valora. Banquete y Chiquero en el mismo estatuto.  Produzco una realidad documental intervenida mediante  la puesta en escena.  Los animales sostienen el discurso de lo humano, aunque la mezcla de universos diferentes provoca extrañamiento