PALERMO H - GALERíA DE ARTE

Si pensamos en la producción del maestro Ponciano Cárdenas, nos remitimos inevitablemente a la desgarradora historia de América, atravesada por el dominio y la explotación de sus pueblos. Difícil es encasillar la vasta y multidisciplinaria obra del maestro, quien hoy a sus 91 años, continúa trabajando en su taller en el barrio de Almagro. Siendo ya un artista consagrado en nuestro país y a nivel internacional, nos demuestra que uno puede seguir aprendiendo de su oficio y, sobre todo, transmitiendo aquella pasión a las nuevas generaciones de artistas.

La Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova” fue la institución que recibió al maestro Cárdenas al llegar a nuestro país a principios del ’50 y donde obtuvo su título como Profesor Superior de Pintura Mural. Allí estudió entre otros grandes artistas, como Antonio Pujía y Alberto Bruzzone, y conoció a su compañera de vida: la pintora y grabadora Mariana Martinelli.

La importancia del oficio como herramienta fundamental en el trabajo del artista y el amor por la docencia, son puntos clave en la vida y obra, no solo de Ponciano Cárdenas y Mariana Martinelli, sino también de su hijo Ary Cárdenas, quien eligió emprender su propio camino bajo los mismos preceptos.

“Mal de familia” reúne una selección de obras donde cada uno, fiel a su estilo, nos revela parte de su identidad. Piezas de distintas épocas y técnicas, que se valen del uso de diversos lenguajes formales, nos invitan a descubrir sus búsquedas personales a través de la creación artística. A pesar de esta variedad, hay algo que los une más allá del lazo familiar, y es la visión compartida de que un artista es un hacedor de su época, alguien que a través del manejo y el amor por su oficio, puede exteriorizar una parte de su mundo interior, y crear así, una obra atemporal y universal.

Silvina Francini

Lic. En Gestión e Historia de las Artes