San Martín 857
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Tel 4516-0367
Lun a Vie de 12 a 19 hs.
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Del 24 de Noviembre al 23 de Diciembre de 2011 - Inaugura: 20hs - Entrada: libre y gratuita
Entrar en el mundo de Fernando Espino no es sencillo. Estamos hablando de un creador de particular lenguaje, que reconoce orígenes e influencias en Torres García y Gambartes, pero que alcanza rápidamente su propia identidad con particular fuerza.
Espino es un artista que pudo desprenderse de la inmediatez y llegar a la esencia de su visión, de elementos cada vez más sencillos, cada vez más austeros y despojados, para sumarlos en construcciones de exquisita simpleza, pero a su vez, valga la paradoja, de intricando camino, no fácilmente accesible. Observar a Espino es saber limpiar la mirada para poder llegar a la sutileza de esos gestos mínimos, perfectos, a la suma de dos, tres elementos que se apoyan en atmósferas plenas, rotundas, pero sutiles, para invitarnos a la reflexión más intimista.
Obras como Pintura 7 o La iglesia, nos remiten a construcciones de trama equilibrada, perfecta, de negro, blanco, siena, rojo, y nada más. Austeridad de elementos, de colores para lograr abrir un universo de infinitas visiones.
Sus últimos trabajos se tornan más sencillos en apariencia, pero ahí destaca la perfección de su manejo en la búsqueda de propuestas sólidas y respuestas que lo dicen todo con casi nada.
Espino es el pintor mágico de Santa Fe, la ciudad de los ríos y los bajos, de los arenales costeros, de las soledades infinitas, de la angustia que fue acumulando en sus cuatro siglos de historia. Espino retrata como pocos esa esencia. También la de su propia soledad y grandeza.
Marcelo Olmos
Curador invitado: Osvaldo Mastromauro.