Av. San Juan 350
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Tel 011 4361-6919
Mar a Vie 11 a 19hs. Sáb, Dom y fer 11 a 20hs.
www.museomoderno.org [email protected]
Del 03 de Julio al 26 de Octubre de 2014 - Inaugura: 18.30hs - Entrada: Entrada general: $15 | Martes gratis
Curaduría de Rafael Cippolini | Sala PB
Territorio de desvíos
La exposición, con curaduría de Rafael Cippolini, recorre la producción del artista entre 2001 y 2013. ¿Por qué centrarse en su última década de trabajo? Porque es a partir del inicio del nuevo siglo cuando Kacero —cuyo nombre había emergido con fuerza en los 90— propone un nuevo rumbo a partir del reencuentro con la escritura. Porque es entonces cuando comienza a trabajar con las palabras en su materialidad para alterar los sentidos dados, a traducir, a trasponer en obras que se materializan como instalaciones, videos, objetos y pinturas.
Detournalia es una palabra inventada y a la vez muy precisa: significa ‘territorio de desvíos’ (en francés,détours). Se refiere a la proliferación de vueltas de la imaginación que lleva a cabo todos los días Kacero, vueltas que lo convierten en un artista difícil de asir, que se nos escapa constantemente y, sin embargo, nos llama a pensar y a experimentar el arte siempre desde otro punto de vista. Por eso, no debería resultar extraño que después de dedicarse por más de una década a realizar obras principalmente formales, hacia comienzos del siglo empezó a escribir, a imaginar libros y otros modos de leer. El propio Kacero explica que se propuso «buscar un espacio más abierto que el que yo mismo me había creado, como un desplante a mi propia construcción…». Abandona de esta forma sus acolchados, sus cajitas de transparencias, entre otras propuestas que constituían su marca diferencial, para abocarse, a principios del dos mil, a la elaboración de una obra abierta hacia los desvíos del lenguaje.
Palabra y libro en un universo visual
Cuando un artista como Kacero—en lugar de recurrir al lápiz y al papel, o al pincel y la tela— recurre al verbo, la palabra o el libro como principales materiales para su producción artística, el campo posible de lo artístico se amplía, pero a la vez, se enfoca.
Sus obras se vuelven variantes de desplazamientos de sentidos familiares que desarman de este modo el sentido como centro de gravedad, como lugar universal donde las cosas parecen haber adquirido un significado definitivo. Allí está Nemebiax, ese listado de «palabras» inventadas que el artista escribe todos los días desde hace años (la instalación presente sólo contiene alrededor de 26.600 palabras que representan una ínfima parte del total). Se trata de un ejercicio experimental de depuración que trata a la letra como pura materia significante, como notas o colores, como elementos discretos pasibles de infinita combinación, pero que nunca llegan a hacer pie en la superficie conciliadora del significado o del sentido. Se dedicó a estudiar maniáticamente la caligrafía de Jorge Luis Borges para convertirse él mismo en uno de los personajes más célebres del escritor: nada menos que Pierre Menard. También se abocó a diseñar y editar libros inexistentes, a coleccionar dedicatorias y elevarlas a la categoría de Obras Maestras, a filmar a niñas recitando filósofos, a fabricar carteles de museos con los elementos más disparatados, a pensar su vida emulando los créditos de una película. Y, fiel a su manía de convertir cada cosa en algo heterogéneo, se enamoró de la nieve de sus relatos y la sacó a pasear, sin embargo, por ambientes internos.
De esta forma, mientras el sentido como centro aparece cuestionado, regresamos a él en otro plano, sorprendidos por el juego, divertidos por la variante, pero equipados de una nueva desconfianza y de una dosis de recuperada libertad.
Todo este universo es el que se complace en destacar la presente exposición en el Museo de Arte Moderno. Por eso, entrar en Detournalia es acceder a un espacio de arte donde no hay manera de saber lo que sucederá al darse vuelta, al pasar de un ambiente a otro de la sala de exposición que se vuelve, también ella, un territorio de desvíos.
Cuestionario realizado a Fabio Kacero por el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires
—Se podría decir, a grandes rasgos, que pasaste de ser un artista centrado en lo formal a ser un artista interesado en los libros, el verbo. De los acolchados de los 90 a los videos y a la importancia del lenguaje después de 2000, ¿cómo se produjo o a qué se debe el cambio?
—Podría decirse eso, pero a riesgo de simplificar mucho. Yo no lo encararía así. Lo que sucedió es que decidí no profundizar, o insistir, en lo que había sido mi marca de los 90, aquello que me había hecho reconocible, sobre todo los acolchados y también las cajitas de transparencias. Decidí, para decirlo con una expresión que utilicé en cierto momento, aplicarme un autodétour, es decir, buscar un espacio más abierto que el que yo mismo me había creado como un desplante a mi propia construcción o, si se prefiere, intenté explorar una zona de no saber, antes que una de saber y de puros resultados cristalizados en obras. De hecho, algunos de los trabajos que luego cristalizarían —devendrían obra— fueron en principio puros experimentos, ejercicios para mí mismo o conmigo mismo, sin vistas a ningún resultado u objetivo en particular como, por ejemplo, Nemebiax.
—Si un espectador que se acerca por primera a esta exposición te pidiera algunas claves para ingresar en tu mundo, ¿qué le sugerirías?
—La ambigüedad, creo que sería una de las claves. La ambigüedad del tono, por ejemplo, que es para mí bastante importante. Y también cierta tendencia a la dispersión, más que a la concentración, lo que resultaría, como consecuencia, en un camino eminentemente antiprogramático.
—Detournalia se inicia con Nemebiax, ese listado infinito de «palabras» inventadas, esa combinatoria infinita de significantes, y cierra con tu libro Salisbury, de relatos breves. ¿Qué escritores han influido en tus trabajos y desde qué perspectivas?
—No sé qué escritores me han influido y tampoco sabría decir si algo de mis afinidades literarias se cuela en Salisbury. En cuanto al recorrido del nonsense del Nemebiax al sense de Salisbury es un recorrido posible de la muestra. De todos modos, no deja de ser una elegancia de la simetría; las categorías son siempre más pedagógicas que otra cosa.
—¿Cómo siguen tus próximos diez años?
—En vista de lo dicho, no tengo planes para los próximos diez años. Ando más cerca de la escritura, pero tampoco estoy seguro de que esta vaya a constituirse en un cauce consistente, duradero. Seguiré, tal vez, en algo difícil de expresar y que tiene en la paradoja un curioso motor, la de una continuidad en la discontinuidad, o encarándolo desde otra perspectiva, la paradoja de una voluntad que si no se niega, al menos es muy incierta.
(N. 1961, Buenos Aires; vive y trabaja en Buenos Aires)
Egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, con especialidad en dibujo y pintura. Cursó también estudios de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires entre los años 1980 y 1987.
Su práctica en el campo de las artes visuales se combina desde siempre con la producción literaria, primero como escritor de culto y de ediciones limitadas y más recientemente, con la publicación de Salisbury (2013) por la editorial Mansalva, su obra adquiere una difusión más amplia.
Expone de forma individual desde 1989. Entre sus últimas muestras se destacan: El viaje en trineo (ó La traducción infinita), Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA), Buenos Aires (2011); Flavio Kacer, Ruth Benzacar Galería de Arte, Buenos Aires (2010); La muestra del año, Ruth Benzacar Galería de Arte, Buenos Aires (2006); Museo Nemebiax, MAC-Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca (2004), entre otras.
Su obra ha formado parte de importantes exposiciones colectivas como: La historia la escriben los vencedores, Espacio de Arte OTR, Madrid (2014); Encuentros / Tensiones. Arte latinoamericano contemporáneo, Malba-Fundación Costantini, Buenos Aires (2013); Historico-vagabond, Galerie Alberta Pane, París (2013); Formes brèves, autres, 25, Fonds régional d'art contemporain de Lorraine, Metz y Marco, Vigo (2012); Recovering Beauty: The 1990s in Buenos Aires, Blanton Museum of Art, Austin, Texas (2011); Ficções do Invisível, exposición que formó parte de la 7ª Bienal do Mercosul: Grito e Escuta, Porto Alegre (2009); Beginning With A Bang! From Confrontation to Intimacy, Americas Society, Nueva York (2007).