Una significativa muestra, de variadas piezas de diferentes períodos, encierra la propuesta que Carlota Petrolini presenta en el Mumbat. Siempre buceó en diversos materiales que combinó con la cerámica. Cada hallazgo implicó un disparador que supo potenciar con su imaginación y donde volcó sus más profundas emociones.
Despliega una serie de obras figurativas, algunas solemnes y silenciosas, construidas con contrastes de materialidades, otras de connotaciones simbólicas pensadas como sujetos para una escena teatral, en un conjunto de pequeñas siluetas de vibrantes movimientos y delicada sensación, enriquecidas por una gran fantasía y sentido humorista que maravillan al observador.
Todo su trayecto está unido por un esfuerzo de continua investigación de materia y de forma que la convierte en embajadora del arte-cerámico de nuestro país. En definitiva, una sustancial, atractiva e infrecuente exposición con la antología de una vida entregada al arte.