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Jue a Lun y Fer 12 a 20hs. Mie a 21hs. Mar cerrado
Del 26 de Julio al 29 de Octubre de 2012 - Inaugura: 19hs - Entrada: $ 30.- Mie $ 15.-
Malba – Fundación Costantini presenta una nueva edición de su programa Contemporáneo, dedicado al arte actual, local y regional. En esta ocasión se presenta una selección de 50 obras de la producción reciente del artista argentino Matías Duville (Buenos Aires, 1974).
La exposición reúne un conjunto de dibujos en carbonilla, un set de dibujos en barro sobre papel, objetos y un dibujo-mural, además de un video y una sesión de aproximadamente cien fotos que se proyectarán como diapositivas en digital.
Empleada por el artista en un viaje reciente a Alaska, la fotografía pareciera haber identificado en el paisaje elementos característicos de su obra. “Realidad e irrealidad vibran más cerca la una de la otra cuando Duville transita ciertos lugares con los que condice en cuerpo y alma, y es esta vibración lo que pasa a conformar su orden fotográfico”, escribe Santiago García Navarro, curador de la exposición, en el folleto que acompaña la muestra.
La museografía de la muestra sugiere la forma de una casa, de modo de enfatizar el diálogo, y a su vez la oposición, entre un conjunto de sensaciones domésticas, centrales en el Duville de los últimos años, y otro conjunto actual, surgido de la travesía por espacios ilimitados, a cielo abierto. Ambos grupos de sensaciones confluyen en su proclividad a lo arcaico y lo pre-humano, y provocan en la obra última un estallido de medios: además del conocido dibujo, video, fotografía, objeto y otras incursiones menos apresables.
“Las decisiones de montaje subrayan, en cierta forma ficcionalmente, la disminución de la brecha entre objeto-modelo y obra, entre experiencia perceptiva y acto de creación, que identifica a los trabajos seleccionados”, explica García Navarro. “Lo explicita el vaivén de dos situaciones: la suma de rasgos de lo real que la imagen retiene, pero también la modificación que esta imagen produce sobre nuestra percepción de ese real. El artista redefine su entorno, y así lo vemos”, agrega.
Para el curador, la ambigüedad entre el registro y la desestabilización del registro convierte sus dibujos, desde cierto punto de vista, en una imagen de nuestra época: “En ella debemos lidiar con la desestabilización de todos los registros de la vida, tratar naturalmente con lo impredecible, con lo monstruoso, con lo amenazante, con lo raro, con lo rarísimo”, afirma el curador.