Con curaduría de Marcelo E. Pacheco, investigador, historiador y Asesor de Patrimonio del Museo de Arte Moderno, la exposición incluye 222 dibujos y atraviesa toda la carrera artística de Antonio Berni (1905-1981), desde los paisajes tempranos realizados en las afueras de Rosario, alrededor de 1922, hasta los bocetos para sus murales de la capilla de San Luis Gonzaga en Las Heras, Provincia de Buenos Aires, fechados en 1981, año de su muerte.
El gran conjunto de dibujos que se exhibirá da cuenta del uso fluido que el rosarino hacía de las diferentes técnicas y materiales, tanto en su taller como en su vida cotidiana. Además de pintor, grabador y escultor, Berni fue un dibujante compulsivo. Desde muy pequeño, mantenía papeles, cuadernos, lápices y carbonillas al alcance de su mano, y practicó el dibujo en sus múltiples variantes y en todos los géneros. Cada una de sus series de trabajo parecen haber estado rodeadas de numerosas ideas inscriptas y ensayadas en el amplio mundo del dibujo. Como escribe el curador, “el singular comportamiento del artista hace que su producción de papeles adquiera una gran significación porque es el territorio que, en varios sentidos, muestra su ritmo de trabajo y sus intenciones: sus grandes piezas estuvieron acompañadas por ciclos de dibujos como obras en sí mismas y otros funcionales como bocetos y apuntes.”
Así, la selección de piezas –que se exhibirá en el Museo hasta el 19 de febrero de 2017- está conformada por dibujos, ilustraciones, bocetos para sus pinturas, grabados y murales; estudios de motivos hasta ahora desconocidos o notas que desarrolló luego en su taller. También hay imágenes de obras desaparecidas, una cantidad significativa de dibujos políticos de los años 60 y 70, cuadernos de viaje y piezas de difícil clasificación que no responden a ninguna de sus series.
A pesar de su heterogeneidad, cada dibujo es signo de su tiempo, del encuentro del artista con la realidad, y deja trascender su relación con los contextos culturales, políticos, sociales y económicos de la época. Esta exposición trae a Berni al presente, a través de un conjunto que -bajo la mirada actual- adquiere una nueva significación como testimonio y registro de nuestra historia, como fuente individual y colectiva de memoria.
“Es un honor para el Museo de Arte Moderno presentar esta exposición de tantos dibujos notorios del gran Antonio Berni. Son dibujos que interpelan al presente, que refieren a nuestra realidad contemporánea. Su serie dedicada a la violencia en América Latina y en el mundo es remarcable; sus series dedicadas a Monzón y sus dibujos eróticos despliegan su virtuosismo y materializan una mirada plena de humor. Se trata de una exposición que nos muestra facetas desconocidas del artista, y todo se potencia con la curaduría de otro igualmente grande, Marcelo E. Pacheco, uno de los historiadores del arte argentino más prestigiosos de todos los tiempos”, señala Victoria Noorthoorn, directora del Museo.“Es un privilegio tener la posibilidad de poner en escena el diálogo entre Berni y Pacheco, que se podrá visualizar en la muestra y en un catálogo de más de 400 páginas, que nos acerca a cada una de las obras del rosarino.”
La exposición muestra a Berni como artista moderno y contemporáneo, da cuenta de su rompecabezas artístico, su producción para el mercado del arte, otra para la carrera oficial en salones y premios y otra para los debates específicos dentro del mismo campo artístico. Pero también lo presenta como un atento cronista de lo cotidiano y lo social a través de un gran núcleo de imágenes, algunas inéditas, en las que se mezclan varios de los episodios determinantes del siglo XX como las dos grandes guerras mundiales, las guerras de Corea y Vietnam y las dictaduras latinoamericanas, con escenas de la vida de comunidades regionales del país o el cruce entre fotografía y material gráfico con la obra de arte.
De este modo, se ponen en juego las conexiones que Berni mantuvo con todas las disciplinas que exploró, como la pintura de caballete, el dibujo, la escenografía, el muralismo, el fotomontaje; variantes de obra sobre papel como témperas, acuarelas y collages, fibras, biromes, tintas, el grabado en diferentes de sus técnicas, la escultura y los objetos, ilustraciones para revistas, discografía, afiches y libros. La exposición presenta la mayor parte de los estilos, motivos, etapas y personajes centrales en la carrera del rosarino, así como procedencias de talleres de Rosario, Buenos Aires y París, y diferentes provincias argentinas.