Fernando Sendra

Nací, porque no me gusta dejar las cosas sin empezar. Después me parece que estudié, o al menos concurrí a lugares donde hacían eso y, finalmente por aquello inexorable del destino, un día, casi sin querer, me encontré que había aprendido a dibujar y que además me encantaba escribir humor. Tardé un tiempo en darme cuenta que el humor gráfico era un buen lugar para conjugar ambas aficiones y me sentí un ganso por haber tardado tanto. Luego, con una carpeta negra, una certeza que aún hoy me sorprende y un puñado de dibujos sumamente cuestionables empecé a yirar las redacciones. Ese es mi curriculum: estudios inciertos, bastante suerte, certeza, gente comprensiva que puso unas fichas en mí, y luego, hacer que se cumpla mi tarea de siempre, es decir, lograr que la cabeza vuele mientras que el culo se queda contra la silla.