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En el principio

En el principio

Diane Arbus

Del 13 de Julio al 10 de Octubre de 2017 - Inaugura: 19hs  - Entrada: $100. Mie, estudiantes, docentes y jubilados $ 50.

 
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Jeff L. Rosenheim, curador a cargo del Departamento de Fotografía de The Metropolitan Museum (Nueva York).

Sala 5, Nivel 2

Primera exhibición en nuestro país de Diane Arbus (Nueva York, 1923-1971), una de las fotógrafas más influyentes del siglo XX.
 
Curada por Jeff L. Rosenheim, Curador en Jefe de Fotografía de The Metropolitan Museum of Art Nueva York (The Met), la exhibición reúne más de cien fotos producidas por Arbus entre 1956 y 1962, período en el que la artista desarrolló los temas centrales de su carrera y su singular mirada, que busca registrar, según sus propias palabras, “lo divino en las cosas ordinarias”. Se trata de la primera colaboración del museo neoyorquino con una institución argentina.
 
Bajo el título “En el principio”, la muestra hace foco en los primeros siete años en los que Arbus trabajó en las calles de Nueva York con su cámara de 35mm. “A lo largo de estos años se da una evolución: el paso de imágenes de individuos que surgen de encuentros fortuitos a retratos en los cuales los sujetos elegidos se convierten en participantes activos”, explica Jeff L. Rosenheim. “Este anhelo de conocimiento, esta curiosidad por la naturaleza oculta de la persona o el objeto que está fotografiando, unida a su creencia en el poder de la cámara para hacerla visible, es, sobre todo, lo que la distingue”, agrega. Los retratos callejeros de la Mujer con estola de visón y zapatos con moño, Ciudad de Nueva York 1956 y del Hombre con sombrero, traje de baño, zoquetes y zapatos, Coney Island, Nueva York 1960, dan lugar a composiciones que reflejan un nuevo tipo de intimidad, como Jack Dracula en un bar, Nueva Londres, Connecticut 1961 y Stripper con el pecho desnudo sentada en su camarín, Atlantic City, Nueva Jersey 1961. En estas últimas, la centralidad está puesta en el vínculo entre el fotógrafo y el modelo, dejando de lado los detalles meramente azarosos o secundarios. “Detrás de una carpa de circo o de un escenario, o dentro de un dormitorio, el papel de outsider curiosa de Arbus con el tiempo fue perdiendo fuerza en favor del de una insider privilegiada”, señala el curador. La mayor parte de las fotos en la exposición pertenecen al Archivo Diane Arbus de The Metropolitan Museum –adquirido en 2007 a los herederos de la artista– y permanecieron inéditas hasta la exhibición realizada en Nueva York en 2016, luego de varios años años de estudio del archivo.
 
La muestra en MALBA presenta la misma museografía que se realizó en The Met: un recorrido cronológico por una suerte de bosque de iluminación muy tenue, que invita a adentrarse en la intimidad de la obra de Arbus. Culmina con el portfolio Una caja de diez fotografías –provenientes de la colección del SFMoMA– que Arbus produjo entre 1970 y 1971 e incluye sus legendarios retratos de formato cuadrado, como Gemelas idénticas, Nueva Jersey 1967 y Gigante judío en casa con sus padres en el Bronx, Nueva York 1970. Una antropóloga urbana Diane Arbus empezó a tomar fotografías a comienzos de los años 40, y continuó haciéndolo de manera esporádica durante más de una década. En ese período, estaba abocada a su carrera dentro del mundo de la fotografía de moda, ella como directora de arte y su marido, Allan Arbus, como fotógrafo. En 1956, Arbus abandonó la sociedad comercial y se dedicó por completo a desarrollar su obra personal. Dos fotógrafos europeos fueron sus mayores referentes en esos años: Lisette Model, con quien estudió por varios meses y fue su mentora espiritual, y August Sander, el retratista tipológico alemán.
 
La ciudad de Nueva York, el espacio urbano en el que Arbus comenzó a aventurarse para sacar sus fotografías, era un ámbito en el que ya habían incursionado muchos otros fotógrafos, desde Paul Strand y Walker Evans hasta Garry Winogrand y Lee Friedlander. Cada uno de ellos tuvo un modo característico de trabajar, pero Arbus se destacó particularmente porque buscó conectarse directamente con los sujetos de su fotografía y no pasar inadvertida. Para el curador Jeff Rosenheim: “Todos estos fotógrafos desarrollaron estrategias para mantenerse apartados y desligados de las personas a quienes retrataban, convencidos de que, en tanto documentalistas, la legitimidad de su registro dependía de que ellos mismos jugasen un papel menor o ninguno en absoluto.
 
Por contraposición, Arbus buscaba la conmoción de un encuentro personal directo: ‘Para mí, el sujeto de la foto es siempre más importante que la foto.
 
Y más complejo’, escribió”. Antes de tomar sus fotografías, Arbus realizaba un exhaustivo trabajo de investigación, ya que buena parte de los temas y personas que le interesaban no se encontraban espontáneamente en la calle. Su método de trabajo era, en muchos sentidos, similar al de un antropólogo urbano. En sus cuadernos de notas registraba todo el material que iba recogiendo de libros, periódicos y guías telefónicas, junto con ideas propias y conversaciones con sus amigos. Muchas veces, sus anotaciones eran listas de posibles temas o sujetos a fotografiar. “Desde el comienzo –explica Rosenheim–, Arbus consideró la calle como un lugar lleno de secretos que esperaban ser desentrañados. Incluso en sus primeros estudios de transeúntes, sus retratados parecen mágicamente liberados –aunque fuese una liberación solo pasajera– del flujo y el tumulto que los rodea. Algunas veces este aislamiento es efecto del foco selectivo; otras se debe a la paciencia o la persistencia del fotógrafo; a veces es mera casualidad. Sin importar su origen, el resultado es un singular aire de introspección. Como reacción a Arbus y su cámara, sus sujetos se muestran como si estuvieran solos frente a un breve atisbo de sí mismos en una vidriera o un espejo. El intercambio que sucede a ambos lados de la cámara –de ver y ser visto– plantea preguntas existenciales al retratado, preguntas que, por último, se transmiten también al espectador”.
 
Durante este primer periodo, Arbus utilizó una variedad de cámaras de 35 mm, réflex o de visor directo (propias o prestadas), incluyendo una Contax D, una Nikon S3, y una Nikon F. En 1962 compró una Wide-Angle Rolleiflex, cámara de formato cuadrado de 2 ¼ pulgadas, de objetivos gemelos (binocular), que explica también el cambio que se da en su obra

ACTIVIDADES

 
Programas Públicos
Los programas públicos que acompañan la exposición hacen foco en la complejidad de las décadas del 50 y 60, años que abarcan la producción de las obras en la exposición y que han sido clave en la renovación de las ciudades, sus modos de vida, así como en la fotografía, como uno de los lenguajes artísticos que han dado cuenta de ella.
 
Curso
Ciudad y fotografía. Conversaciones con Alberto Goldstein
Lunes 7, 14, y 28 de agosto y 4 de septiembre a las 18:30hs.
 
Seminario
Literatura estadounidense contemporánea: tramas en la posguerra neoyorquina
Por Anna Kazumi Stahl
Lunes 18, 25 de septiembre, 2, 9, 23 y 30 de octubre de 18:30 a 20:00.
 
 
 
Jeff L. Rosenheim
 
Curador a cargo del Departamento de Fotografía de The Metropolitan Museum (Nueva York). Autor de diez libros sobre Walker Evans, Rosenheim es el custodio del Archivo Walker Evans, que el MET adquirió en 1994, y del Archivo Diane Arbus. Tiene una Licenciatura en Estudios Americanos de la Universidad de Yale y un Master en Fotografía de la Universidad de Tulane.
 
Ha dictado una gran cantidad de conferencias, curado numerosas exhibiciones, como Photography and the American Civil War (2013), y publicado ensayos sobre un amplio conjunto de artistas como Carleton Watkins, Thomas Eakins, Walker Evans, Helen Levitt, Robert Frank, Diane Arbus, Lee Friedlander, William Eggleston y Stephen Shore, entre otros.
 

ARTISTAS PARTICIPANTES

  

Diane Arbus

 
N. Diane Nemerov, Nueva York, 1923-1971
 
Nació en el seno de una familia judía dueña de una gran tienda en la Quinta Avenida de Nueva York. En 1941, a los dieciocho años, se casó con Allan Arbus y, durante una década, trabajaron juntos en la producción de fotografías para revistas: él operaba la cámara y ella realizaba la dirección de arte. Si bien ella había comenzado a tomar fotos para sí misma en esa época, recién en 1956, año en el que rotuló un rollo de película con el número 1, comenzó a dedicarse a la obra por la que es reconocida.
 
La primera historia de Arbus para una revista apareció en Esquire en 1960. Durante la década siguiente, al tiempo que continuó trabajando en sus proyectos personales, publicó más de cien fotografías en Esquire, Harper’s Bazaar y otras de las revistas más importantes de los Estados Unidos. Las notas incluían retratos y ensayos fotográficos, que ocasionalmente eran acompañados por sus propios escritos.
 
En 1963, Arbus recibió la primera de sus dos Becas Guggenheim, que le permitió viajar por los Estados Unidos fotografiando gente, lugares y eventos que describía como “las ceremonias importantes de nuestro presente”. Estas fotografías concentraron la atención crítica y popular en 1967, cuando fueron exhibidas junto a la obra de Lee Friedlander y Garry Winogrand en la legendaria muestra New Documents en el Museum of Modern Art de Nueva York.
 
Arbus se suicidó en julio de 1971, apenas unos meses después de haber lanzado un portfolio de diez impresiones que había planeado como el primero de una serie de ediciones limitadas de su trabajo. En 1972, fue la primera fotógrafa en ser incluida en el pabellón estadounidense de la Bienal de Venecia. Ese mismo año, el Museum of Modern Art presentó una gran muestra con sus fotografías, que viajó posteriormente por todo el país y Canadá. La monografía que se publicó como catálogo de esa exposición nunca ha dejado de imprimirse y continúa siendo uno de los libros de fotografía más importantes y ampliamente distribuidos de todos los tiempos. En los cuarenta y cinco años que pasaron desde la muerte de Diane Arbus, millones de personas han visitado una gran cantidad de retrospectivas realizadas en museos internacionales, que exploran la controvertida obra de esta artista cuya singular visión revolucionó la práctica fotográfica.
 
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